No creo que nos podamos quejar del día.
El 9mil no estaba muy preparado más allá de hacerle un cambio de ruedas para no cargarme las Goodyear F-1 que apenas tienen dos meses de antigüedad: puse el juego de llantas Superaero que tengo para estas cosas, dos de ellas con las mismas ruedas Norauto de la tanda de Julio y las otras dos con unas Bridgestone Potenza bastante gastadillas que tenía guardadas. Las pobres Potenza han quedado para el arrastre. Aparte de eso, mirar niveles, comprobar tubos de vacío, manguitos, vaciar el coche de los miles de chismes que suelo llevar, y a otra cosa.
Parece que a la gente le cuesta trabajo levantarse temprano un sábado, y en el circuito en la tanda de las 10h. sólo entramos cuatro coches (MF, yo, un Nissan 350Z y un Audi R8

). Un lujo tener el circuito para nosotros. Yo salí el último, dejando pasar en el pitlane al 350Z que tenía detrás porque sabía que me iba a pasar enseguida. El R8 se escapó (por lo visto es algo más potente que nuestros coches) y yo me quedé un par de vueltas yendo detrás de MF. Esta vez, con la ventaja de que ya me conocía un poco el trazado, rodé de forma mucho más confiada, si bien tuve un sustillo muy gracioso en la curva a la derecha a ciegas que pude solventar de forma medio decente porque el 9mil es un coche de lo más noble. Seguro que la próxima vez no se me olvida que aquella curva no es a fondo, sino
casi a fondo.
Como ya experimentamos en Julio, un circuito deja en evidencia el chasis y los frenos de los coches. Mis frenos se portaron relativamente bien pero, en cuanto acabó la tanda, literalmente se murieron. Al menos tuvieron el detalle de hacerlo tras la última vuelta. Es el precio de la competición...
Es impresionante el reprís que tiene este motor en marchas largas. Como no quería dar mucho tute a la caja de cambios solo bajaba a 2ª velocidad en las dos horquillas cerradas. En el resto de curvas usaba 3ª. Aunque a veces salía de algunas curvas excesivamente bajo de vueltas, el 9mil no tenía ningún reparo en "ponerse al día" y salir disparado. Una conducción un poco en plan taxista, pero igualmente efectiva.
Al volver a boxes, los botellines de rigor, intentar que el perro no se saliese al pitlane

, fotillos y risas viendo el estado de las ruedas delanteras del 900 de MF.
El circuito, como ya ví en otras ocasiones, muy bien: cuidado, con instalaciones muy nuevas y agradables, y el ambiente de coches era sensiblemente mejor: aparte del R8, un Supra mkIV que a saber cuántos CV tendría, un Nissan GT-R nuevecito, Porsche 996 Turbo…solo reprochar de nuevo la total falta de briefing pre-tanda y de explicación de normas y reglas. Una charla de diez minutos en el mismo pitlane resolvería esto.
Después de aquello, nos fuimos a El Portil a almorzar a “Las rusas” (que resultaron ser rumanas), junto a la playa, a una temperatura perfecta y con solecito. Sobremesa en la playa, baño incluído (para los que acertaron a llevarse un bañador

) y un ratito más tarde, de vuelta para casa, pensando que hemos aprovechado bien uno de los últimos días de verano que nos quedan.
Ya volveremos, pero me temo que tanto MF como yo tendremos que buscar ruedas nuevas…