Hace algún año que otro, comencé mi andadura con Saab, concretamente con un 95 2.3t wagon acabado Vector en un azul eléctrico, precioso, pese a que estaba hecho polvo, un conocido taller aquí en Madrid y persona que lo regenta o regentaba (hace años que no voy) de la cual guardo un grato recuerdo, me animo a tirarme de cabeza y empezar a ponerlo a punto, me dio muchos quebraderos de cabeza y otras muchas alegrías, sobre todo cuando la aguja se asomaba a lo rojo

